Domingo V de Cuaresma
Morado
Sugerencias
para la celebración
Si la
Cuaresma es un camino hacia la Pascua (Schmemann), este domingo viene a ser
prácticamente el último tramo, antes de entrar en la Semana Santa, y en los
días más solemnes del año.
Es propio
del itinerario de lecturas del ciclo C su carácter penitencial. Hoy la liturgia
nos ofrece, con la lectura del Evangelio, la entrañable escena de la mujer
adúltera. La misericordia puede ser vista como el fruto precioso de la
penitencia. Así, esta última no la consideraremos como una simple ascesis, un
«ejercicio», sino como un camino de encuentro con el don del Señor.
La Carta
circular sobre las fiestas pascuales (1988) nos recuerda que durante toda la
Cuaresma está prohibido poner flores sobre el altar. No hemos cantado el
Aleluya durante muchos días, y el Gloria sólo ha sido entonado excepcionalmente
en las dos solemnidades ya pasadas. La sobriedad celebrativa no debiera
olvidarse hoy.
Reiteramos
la posibilidad de elegir el canto de las letanías como himno de entrada. Ello
ofrece de inmediato un carácter particular a esta celebración. Asociar a los
santos en el camino cuaresmal es una manera de estimular nuestro esfuerzo de
fidelidad al Evangelio, siguiendo el ejemplo de los santos y pidiendo su
intercesión. Para las letanías se pueden elegir los nombres – no es necesario
cantar toda la lista- de aquellos santos más significativos, especialmente por
su vida de conversión, o de sacrificio generoso por los demás.
De cantar
las letanías se omite el acto penitencial, también el Señor, ten piedad, y
también se puede omitir la Oración de los fieles.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cf. Sal 42, 1-2
Hazme
justicia, Señor, y defiende mi causa contra la gente sin piedad: líbrame del
hombre falso y perverso, Señor, porque tú eres mi Dios, mi fortaleza.
ORACIÓN
COLECTA
Señor y
Dios nuestro, te rogamos que tu gracia nos conceda participar generosamente de
aquel amor que llevó a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del
mundo. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA
DE LA PALABRA
Yo estoy
por hacer algo nuevo y daré de beber a mi pueblo.
Lectura del
libro de Isaías 43, 16-21
Así habla
el Señor: el que abrió un camino a través del mar y un sendero entre las aguas
impetuosas; el que hizo salir carros de guerra y caballos, todo un ejército de
hombres aguerridos; ellos quedaron tendidos, no se levantarán, se extinguieron,
se consumieron como una mecha. No se acuerden de las cosas pasadas, no piensen
en las cosas antiguas; Yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando, ¿no
se dan cuenta? Sí, pondré un camino en el desierto y ríos en la estepa.
Me
glorificarán las fieras salvajes, los chacales y los avestruces; porque haré
brotar agua en el desierto y ríos en la estepa, para dar de beber a mi Pueblo,
mi elegido, el pueblo que Yo me formé para que pregonara mi alabanza.
Palabra de
Dios
SALMO RESPONSORIAL 125, 1-6
R/.
¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros!
Cuando el
Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía que soñábamos: nuestra boca se
llenó de risas y nuestros labios, de canciones. R/.
Hasta los
mismos paganos decían: “¡El Señor hizo por ellos grandes cosas!” ¡Grandes cosas
hizo el Señor por nosotros y estamos rebosantes de alegría! R/.
¡Cambia,
Señor, nuestra suerte como los torrentes del Négueb! Los que siembran entre
lágrimas cosecharán entre canciones. R/.
El
sembrador va llorando cuando esparce la semilla, pero vuelve cantando cuando
trae las gavillas. R/.
SEGUNDA
LECTURA
Por Cristo
he sacrificado todas las cosas, hasta hacerme semejante a Él en la muerte.
Lectura de
la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos 3, 8-14
Hermanos:
Todo me parece una desventaja comparado con el inapreciable conocimiento de
Cristo Jesús, mi Señor. Por Él, he sacrificado todas las cosas, a las que
considero como desperdicio, con tal de ganar a Cristo y estar unido a Él, no
con mi propia justicia -la que procede de la Ley- sino con aquélla que nace de
la fe en Cristo, la que viene de Dios y se funda en la fe. Así podré conocerlo
a Él, conocer el poder de su resurrección y participar de sus sufrimientos,
hasta hacerme semejante a Él en la muerte, a fin de llegar, si es posible, a la
resurrección de entre los muertos.
Esto no
quiere decir que haya alcanzado la meta ni logrado la perfección, pero sigo mi
carrera con la esperanza de alcanzarla, habiendo sido yo mismo alcanzado por
Cristo Jesús.
Hermanos,
yo no pretendo haberlo alcanzado. Digo solamente esto: olvidándome del camino
recorrido, me lanzo hacia adelante y corro en dirección a la meta, para
alcanzar el premio del llamado celestial que Dios me ha hecho en Cristo Jesús.
Palabra de
Dios
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Jn 12, 12-13
“Vuelvan a
mí de todo corazón, porque soy bondadoso y compasivo”, dice el Señor.
EVANGELIO
El que no
tenga pecado que arroje la primera piedra.
+ Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 8, 1-11
Jesús fue
al monte de los Olivos. Al amanecer volvió al Templo, y todo el pueblo acudía a
Él. Entonces se sentó y comenzó a enseñarles.
Los
escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en
adulterio y, poniéndola en medio de todos, dijeron a Jesús: “Maestro, esta
mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés, en la Ley, nos ordenó
apedrear a esta clase de mujeres. Y Tú, ¿qué dices?” Decían esto para ponerlo a
prueba, a fin de poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir
en el suelo con el dedo. Como insistían, se enderezó y les dijo: “Aquél de
ustedes que no tenga pecado, que arroje la primera piedra”. E inclinándose
nuevamente, siguió escribiendo en el suelo.
Al oír
estas palabras, todos se retiraron, uno tras otro, comenzando por los más
ancianos. Jesús quedó solo con la mujer, que permanecía allí, e incorporándose,
le preguntó: “Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Nadie te ha condenado?” Ella
le respondió: “Nadie, Señor” . “Yo tampoco te condeno -le dijo Jesús-. Vete, no
peques más en adelante”.
Palabra del
Señor
CREDO
ORACIÓN
UNIVERSAL
Si se han
cantado las letanías al iniciar la celebración, la Oración Universal puede
omitirse.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Escúchanos,
Dios todopoderoso, y por este sacrificio purifica a estos hijos tuyos que has
iniciado en la fe cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 8, 10-11
Mujer,
¿nadie te ha condenado? Nadie, Señor. Yo tampoco te condeno; vete, no peques
más en adelante.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios
todopoderoso, concédenos que podamos contarnos siempre entre los miembros de
Cristo, cuyo Cuerpo y Sangre hemos recibido. Que vive y reina por los siglos de
los siglos.
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